Las condiciones climatológicas que se dan en el invierno pueden provocar en nuestra piel efectos no deseados como rojeces, grietas, sequedad extrema. Para evitar estas alteraciones hay unas simples pautas que se pueden seguir y así luciremos siempre una piel perfecta.
Al ser una zona del cuerpo carente de glándulas sebáceas se resecan y agrietan con mayor facilidad por ello si quieres tener unas manos hidratadas es importante que trates de llevar a cabo estos consejos.
A la hora de lavarte las manos no debes utilizar agua ni excesivamente caliente, ni excesivamente fría ya que los cambios bruscos de temperatura en nuestra piel provocan alteraciones. Después de lavártelas intenta utilizar siempre una buena crema de manos tipo Eucerin, Neutrogena, Avene…
Si vives en una zona fría intenta ponerte o guantes cuando estés en el exterior.
Antes de acostarte es muy importante ponerte de nuevo crema de manos ya que probablemente sea cuando la crema permanezca más tiempo en nuestra piel y pueda ser totalmente absorbida.
Son una zona de nuestro cuerpo extremadamente expuesta a los cambios de temperatura. Si los sientes resecos evita humedecerlos constantemente, pues esto solo provocará una mayor irritación. Trata de aplicar agentes que eviten la deshidratación como vaselina pura o agentes reparadores como bálsamos labiales.
Aplícate crema hidratante adapatada a tu tipo de piel tanto de día como de noche, previa limpieza, bien con un gel limpiador, bien con una solución micelar. La zona de los ojos tiene una piel muy fina y sensible, por ello intenta utilizar también contorno de ojos.
Si vives en una zona soleada es recomendable que la crema de día contenga factor de protección solar.
Muchas veces no le damos la importancia que requiere ya que vamos cubiertos de ropa y no se nos ve, pero cuidar el cuerpo es también importante.
Siempre después de la ducha trata de aplicarte una buena crema hidratante de forma generosa, haz incapié en las zonas que más se resecan, codos, rodillas…
Para lucir una piel extrasuave puedes utilizar un exfoliante corporal semanalmente.
Para terminar os dejo una última recomendación. La calefacción es un gran enemigo de una piel hidratada. Siempre que la pongas que sea a una temperatura razonable, no superior a 20-21ºC y tratando de mantener un ambiente húmedo, para ello puedes poner toallas sobre los radiadores o utilizar un humidificador.