¿QUÉ ES LA ARTRITIS REUMATOIDE?
Es una enfermedad crónica degenerativa cuyo origen exacto no se conoce bien. La mayoría de las hipótesis apuntan a que es de origen autoinmune, es decir, nosotros generamos anticuerpos que atacan nuestras propias articulaciones, provocando así una degeneración de las mismas.
Además de afectar a las articulaciones la artritis reumatoide incrementa el riesgo de padecer otras enfermedades y eventos cardiovasculares como son:
–Osteoporosis.
-Aumenta en un 70% el riesgo de padecer infecciones.
-Aumenta en un 50% el riesgo de padecer un infarto de miocardio.
-Aumenta en un 70% el riesgo de padecer un ictus.
-Las expectativas de vida se reducen entre 10 y 18 años.
(Todos estos datos son para pacientes que no estén bajo tratamiento).
¿QUÉ ARTICULACIONES SON LAS MÁS AFECTADAS?
CARACTERÍSTICAS POBLACIONALES DE LA ENFERMEDAD
Los fumadores tienen más posibilidades de padecerla.
Las mujeres y los ancianos( mayores de 65) tienen más posibilidades de padecerla.
50% de riesgo genético, es decir que si heredas alguno de los genes implicados en la enfermedad tendrás un 50% de posibilidades de padecerla.
DIAGNÓSTICO
Existen diversas formas de diagnosticar la enfermedad. Una de las más comunes se llama DAS 28 simplificado que consiste en:
-Evaluación de las 28 articulaciones.
-Valoración global del estado del paciente por parte del mismo.
-Valoración global del estado del paciente por parte de médico.
-PCR: determinación de los niveles de una proteína (proteína C reactiva) que se genera en respuesta a la inflamación que se produce en esta enfermedad.
TRATAMIENTO
Antiinflamatorios (AINES)
Estos se dan para paliar los síntomas, ya que alivian el dolor pero no evitan la progresión de la enfermedad.
El problema es que se necesitan dosis muy altas lo cual aumenta el riesgo de padecer los efectos adversos de los mismos.
Corticoides
Son fármacos que poseen efecto antiinflamatorio y además inhiben la degeneración del hueso que se produce en el transcurso de la enfermedad.
Los efectos adversos más importantes que pueden provocar son:
-Aumento del riesgo de padecer glaucoma.
-Inflamación en los tobillos.
-Osteoporosis en las articulaciones no afectadas por la enfermedad.
A dosis bajas son efectivos en el tratamiento de la enfermedad y además se reduce mucho el riesgo de padecer algún efecto adverso.
Fármacos modificadores del transcurso de la enfermedad
Son fármacos que retrasan el deterioro que se produce en las articulaciones. El principal problema es que son muy lentos en actuar y poseen una toxicidad media- alta.
Biológicos
Son fármacos que inhiben el ataque de nuestro sistema inmune a nuestros huesos.
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